viernes, 30 de diciembre de 2011

Carta a Rodrigo:

Estamos lejos. Estamos alejados. Sabiendo yo que estás ahí fuera. Pensando tal vez vos que yo no existo.
Que me recuerdes es una ilusión muy vana. Y no pretendo ya a esta altura me reconozcas algún día que me veas.
Todavía te busco cada vez que veo a otro chico ¿Me estarás de alguna forma también buscando?
Estamos rodeados y aún así estamos sólos. Y continúo cantando en pelotas y... despelotado en una lluvia torrencial de verano a la que le sobra fuerza pero le falta agua. Un árbol que muere, seamos realistas, no sále en los diarios. Que te necesito más que a nada en el mundo, tampoco.
A veces sonrío y no se porqué. Y a veces lloro. Llegué a pensar que tal vez es tu alegría o tu tristeza de lejos la que me inspira.
No me acuerdo el color de tus ojos. Y apenas adivino, intuyendo más que pensando, la voz que vas poniendo a tus primeras palabras.
Pero sin rostro y sin voz aún te nombro. Y en cada instante rememoro nuestras horas. Suena tu risa, irreal por un instante. Que no podrán robarme nunca tus momentos. Los que viviste conmigo, los que compartimos. Los que todavía me dan fuerzas para seguirte buscando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario