jueves, 9 de octubre de 2014

Un trío entre vos, el futuro y yo

Seremos un día tan felices. Muy felices. Más felices. Y no importa lo que piense el mundo, no importa lo que digan todos, no importa que los años pasen. Querré sin duda vivir mi felicidad con vos y vos querrás vivirla conmigo.
Estaremos un día cansados. Muy cansados. Más que cansados. Mas encontraré la fuerza para responder si en las noches de agotamiento y sintiendo que ya no pueden más los huesos del dolor me pedís una canción, una caricia o una flor, quizás un poco de amor.
Llegaremos una noche a estar hartos. Totalmente hartos. Hastiados y hartos. El hartazgo llega siempre de madrugada, cuando hace frío. Nos lanzaremos los insultos más fuertes. Nos diremos las palabras más ruines. Gritaremos acusaciones rencorosas y exageraciones maliciosas. Y nos veremos a los ojos y volcaremos una lágrima. Nos fundiremos en un abrazo apasionado y cuando nuestros cuerpos sudorosos hayan descargado la tensión y la nube de temor, de futuro, de nada haya pasado; te ayudaré a que desarmes tu bolso, que vuelvas a acomodarte en el placard, en la pieza, en mi corazón y mi vida. Y quizás riamos de nuevo. Y quizás nos amemos como siempre, como antes, como entonces, como ahora.

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