No me pidas que te eduque. Tal vez te enseñe a volar. Soy sólo un hombre, así nací y es lo que soy. Diferente a todos igual a nadie tal vez pero con deseos de ser lo mejor para vos.
No me pidas que te bese, porque te besaré. Y en el arrullo de una caricia aprenderé de vos a ser quien siempre quise ser sin animarme.
No me pidas que me calle porque mi corazón lo grita. Y si al final de un sueño pudiera encontrarte a mi lado dormida sería el instante más pequeño y más feliz de mi vida.
No me pidas que no lo intente. Quizá algún día este sentimiento se marchite. Dicen que un amor que no es de a dos se pierde.
Pedime que jamás me vaya. Y aprenderé a ser digno de vos. Aprenderé a olvidarme.
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